El autobús que recogía pasajeros en la estación de cercanías de RENFE tiene sincronizadas sus salidas con las llegadas de trenes y, antes de obtener la aplicación, salía de la estación vacío cuando el tren sufría pequeños retrasos. Esta metodología causaba dos problemas; un primer bus circulaba prácticamente vacío (con lo que la emisión de gases por pasajero se disparaba) y el siguiente debía recoger el doble de pasajeros (con lo que circulaba con una ocupación mucho más alta de la que debería).

El departamento de movilidad de la universidad apreció que si los conductores sabían la hora de llegada real del tren podían decidir si producir un pequeño retraso controlado o arrancar, aunque fuera en vacío. La aplicación geolocaliza el tren gracias a los pasajeros que viajan hacia la universidad y el conductor del autobús recibe la hora exacta de llegada a la estación de los mismo y por tanto del tren para poder tomar la mejor decisión en cada caso.

Gracias a esta aplicación de uso interno de la UAB, se ahorran combustible y emisiones de un autobús con carga mínima y se mejora el servicio recibido por los pasajeros al no encontrarse con un vehículo abarrotado. Con todo ello obtenemos una aplicación que les hace más responsables con el medio ambiente y unos pasajeros con una mejor percepción sobre el servicio de autobuses.